En un sentido general, la seguridad se considera una condición humana fundamental porque significa fuera o alejado de todo peligro ante cualquier circunstancia gracias a acciones sobre el entorno en el que vive un individuo, lo que le lleva a estar muy unido a la confianza y a la prevención. También se considera el objeto de estudio de las ciencia de la seguridad y cumple la función de evaluar y gestionar los riesgos, plantear soluciones y resolver problemas surgidos en la realización de distintas acciones.
La seguridad ayuda a que los daños físicos, mentales, emocionales o materiales se controlen lo suficiente como para que el riesgo sea lo menor posible y así poder preservar la salud de cualquier persona, teniendo en cuenta que está entre las “necesidades de déficit” de la base de la Pirámide de Maslow.