El vocablo calendario apareció alrededor del 1775 y deriva del latín calendārium que significa “libro de cuentas” y calend que significa “período para la retribución de algún que otro adeudo”. Este concepto hace referencia a un esquema visual realizado en un consenso colectivo para la medición del tiempo y para fijar las celebraciones y eventos más importantes.
Los primeros calendarios que aparecieron en el mundo utilizaban los ciclos de la naturaleza para saber en qué día se encontraban y concretar los tiempos como el paso del día a la noche, los ciclos de la luna y las cuatros estaciones del año.