Contraste es el efecto que surge cuando se colocan en cualquier lugar dos elementos para que se puedan comparar y ver sus diferencias, además de determinar la visibilidad de puntos según el tipo de luz que haya en ese momento. Normalmente, cuando se hacen fotografías se utiliza incesantemente el contraste mediante los colores, las formas, las texturas y la luz, ya que sirve para destacar un elemento por comparación a otro.
El contraste, en el aspecto visual de una imagen, es una herramienta compositiva que tiende habitualmente a dirigirse a aquello que resalta en una imagen o a mostrar la falta de tonos intermedios, de manera que llama más la atención lo claro y lo oscuro.
Sigue leyendo para enterarte de los distintos tipos de contraste.
Contraste de tono
El contraste de tono es el que está vinculado con el tinte o la matiz de las distintas tonalidades de un color, esto quiere decir que resalta las diferencias que hay entre un color y otro respecto al tono. En el caso de dos colores complementarios, el punto de contraste es elevado, teniendo en cuenta el círculo cromático: naranja y azul, amarillo y violeta y rojo y verde.
Contraste de saturación
El contraste de saturación es el que se conoce por usar colores totalmente puros, es decir, que no tienen ni un ápice de otros colores, ni tampoco del blanco y del negro. Por lo tanto, se juntan colores vivos y apagados.
Contraste por simultaneidad
El contraste por simultaneidad es un fenómeno de la percepción visual en el que un color 100% saturado, es decir, sin un tono gris ni blanco, puesto sobre un gris, produce un tono que es complementario al saturado inicial. Es por eso que este tipo de contraste solo aparece cuando los dos colores están enfrentados.
Contraste de exposición
El contraste de exposición se trata de la diferencia que se crea entre dos luminosidades distintas, lo que quiere decir que hay una disparidad entre dos puntos respecto a la iluminación, entre claros y oscuros, teniendo en cuenta que el mayor contraste se origina en el punto de máxima oscuridad. Además, al juntar dos colores con un valor distinto de iluminación, se consigue un contraste que se emplea mucho en la serigrafía.
Contraste por cantidad
El contraste por cantidad surge en el momento que dos colores totalmente idénticos ocupan un área distinta, entonces la diferencia cuantitativa que se origina hace que el contraste visual por cantidad se vea fácilmente. Generalmente, se usa para crear efectos visuales o armonizar otros contrastes muy potentes.
Contraste por temperatura
El contraste de temperatura es aquel en el que se yuxtaponen los colores cálidos y fríos para lograr un contraste visual por la diferencia de temperatura entre ambos.
Los colores cálidos son los que tienden al infrarrojo como el amarillo y el rojo, mientras que los fríos son los que tienden hacia el ultravioleta como el verde y el azul. Entonces, si un color cálido está rodeado de colores fríos va a resaltar más aún y va a parecer más cálido y viceversa.