Se conoce como combustible a todo tipo de material y sustancia que después de una reacción química exotérmica que origina un proceso de oxidación rápida es capaz de expulsar energía potencial que se convierte en energía a utilizar como es el caso de la energía térmica o la mecánica. En otras palabras, se le llama así a cualquier material sólido, líquido o gaseoso que, al ser quemado, es capaz de expulsar energía para que se utilice en diversos procesos como el funcionamiento de máquinas o la producción de luz eléctrica.
Todos y cada uno de los combustibles posee un poder calorífico, es decir, la cantidad de calor que se produce por kilogramo o metro cúbico de esa sustancia cuando se genera la reacción de oxidación, teniendo en cuenta que comienza cuando el combustible empieza a emitir vapores combustibles.