La primera acepción del concepto de soldadura que muestra la Real Academia Española hace referencia al proceso y resultado de soldar, es decir, un proceso de fijación en el cual se unen dos o más objetos con un material muy parecido del que están compuestos ambos, normalmente metal, a través del calor y/o presión. Para conseguir la mezcla y realizar la soldadura es necesario utilizar un ultrasonido, un láser, una llama formada con gas o un arco eléctrico, por mencionar algunas opciones.
Los individuos que tienen que soldar dos materiales deben llevar gafas para proteger los ojos y guantes para evitar quemaduras y otros daños a causa de los rayos ultravioletas, además de proteger las vías respiratorias al soltar un humo tóxico.