La autoestima es la valoración, impresión o juicio positivo o negativo sobre la propia persona según los valores, los pensamientos y las experiencias vividas a lo largo de la vida. Más concretamente se liga con la autoimagen que es la representación mental que se obtiene de uno mismo y con la autoaceptación que es el reconocimiento los defectos y las virtudes.
Cuando una persona se hace una valoración de si mismo puede verse influenciada por factores externos y con el tiempo se va modificando. Eso hace que la autoestima sea más positiva o menos dependiendo de la situación emocional, familiar, amorosa, etc.
La autoestima es un concepto muy importante en la sociedad y se clasifica en distintos tipos.
Autoestima alta y estable
La autoestima alta, estable y fuerte hace alusión a aquella persona que no se deja influir de manera negativa por lo que pasa alrededor ni por sus allegados. Además defiende su postura desde la tranquilidad y es capaz de manejarse con soltura durante un tiempo bastante amplio sin desmoronarse.
Autoestima alta e inestable
La autoestima alta e inestable es aquella que no se puede mantener durante mucho tiempo ya que no es capaz de encarar algunas situaciones que son muy agobiantes y eso tiende a desestabilizar, sobre todo, las situaciones de competitividad. Cuando fracasa tiende a ser muy crítico consigo mismo ya que lo ve como una amenaza pero no permite que otra persona lo haga.
Autoestima baja y estable
La autoestima baja y estable significa que las situaciones externas positivas o negativas no influyen en la autoestima de la persona ya que no se preocupa por su imagen al infravalorarse por sí misma. Este tipo de autoestima conlleva a ser una persona indecisa, que tiene mucho miedo a fallar y no es capaz de defender su postura porque siempre es negativa.
Normalmente se da en una persona que tiene tendencias depresiva ya que sus pensamientos son muy pesimistas y las cosas que consigue por si misma las ve como algo que ha sido por suerte.
Autoestima baja e inestable
La autoestima baja e inestable se observa en aquella persona que se deja influenciar por todo lo que ocurre a su alrededor, por ejemplo, si consigue el éxito se pone muy exultante pero en un tiempo breve vuelve a bajar.
Esto quiere decir que es un tipo de autoestima que se caracteriza por tener poca consistencia y mucha inestabilidad, lo que provoca que en cualquier situación sea muy sensible.
Autoestima inflada
La autoestima inflada se llama así porque la persona en cuestión tiene un carácter muy fuerte y se cree mejor que los demás, entonces habitualmente no escucha los consejos que se le ofrecen ya que solo su punto de vista tiene valor. Además, tiende a culpar a los demás de sus derrotas y de las situaciones agobiantes que se producen y no es capaz de rectificar sus propios errores porque tiene un ego muy grande.