¿Cómo se puede definir el estrés? Se trata de un conjunto de reacciones fisiológicas que se ponen en funcionamiento en el momento en el que el individuo se ve envuelto por un aumento de sucesos que superan ciertos recursos, lo que conlleva a una sobrecarga por superar las expectativas. Se presenta cuando hay una mayor tensión física o emocional a causa de situaciones traumáticas, ansiedad o problemas laborales.
Normalmente, se vincula con angustia, depresión, inadaptación social y aparición de síntomas físicos recurrentes porque en muchas situaciones de estrés es más importante la idea que se tiene del problema como tal que el problema en sí.
¿Quieres saber qué tipos de estrés existen? ¡Te animamos a que sigas leyendo este artículo!
Estrés agudo
El estrés agudo es uno de los más frecuentes al generarse en el momento de reaccionar a la exigencia de algún momento en concreto, lo que conlleva a que sea de breve duración y fácil de tratar. Habitualmente, los síntomas que aparecen son el cansancio, la tensión, el aumento de la energía vital, la ansiedad y los pies y las manos frías.
Estrés crónico
El estrés crónico dura por un período de tiempo prolongado, por lo que el desgaste físico y mental es mucho mayor que el anterior, lo que puede provocar enfermedades vasculares. Lo mejor es buscar el origen que ha causado dicho estrés, por ejemplo, situaciones incómodas en la infancia o situaciones traumáticas.
En ciertas ocasiones este tipo de estrés puede causar el suicidio, siendo actualmente la principal causa de muerte no natural. Por eso es importante detectar el origen y tratarlo, ya sea por el psicólogo o el psiquiatra.
Estrés agudo episódico
El estrés agudo episódico se caracteriza por la angustia constante y la sensación de descontrol a causa de las exigencias de la sociedad. Esto lleva a una sobreagitación, dolores de cabeza continuos e hipertensión, entre otros síntomas.
Normalmente lo sufren personas que se ponen metas muy altas en su vida y que son complicadas de alcanzar, lo que genera un estrés por ello. Además, siempre está muy preocupado por el futuro y se adelanta a los acontecimientos.
Estrés negativo
El estrés negativo es el que se debe evitar en todo momento al ser el que conocemos en la vida cotidiana, por lo que conlleva a un mal rendimiento.
El estrés negativo, también conocido como distrés, surge cuando aparece ansiedad en una situación que la persona no es capaz de manejar. Es el estrés que se debe evitar, ya que afecta al organismo y puede provocar reacciones físicas y psicológicas como la irritabilidad, la falta de memoria, los trastornos del sueño y el cambio de peso.
Estrés positivo
El estrés positivo, también conocido como eustrés, es la ansiedad mínima que necesita la persona para afrontar con fuerza los retos de la vida con la intención de lograr algo beneficioso. Este tipo de estrés hace que esté motivada y llena de energía, teniendo como ejemplo a un deportista antes de competir.