La violencia psicológica, también conocida como abuso psicológico o abuso emocional, es un comportamiento de agresión sostenido en el tiempo sin la intervención del contacto físico, más bien a través de insultos y humillaciones constantes. Esto puede darse en la pareja, la familia o el ámbito laboral o educativo, y puede causar en la víctima distintas secuelas como ansiedad y/o de presión, incluso trastorno por estrés postraumático.
Este tipo de comportamiento es una de las formas de maltrato que puede empezar de forma sutil e ir poco a poco incidiendo cada vez más sin que la víctima se de cuenta hasta que ya se encuentra bajo el control de dependencia total con pánico a enfrentarse a la persona agresora.