En muchas ocasiones se escucha a la gente hablar sobre otros: “tiene una personalidad muy fuerte” o “tiene poca personalidad”, pero esto lleva a deber diferenciar entre el hecho de tener mucho carácter y lo que realmente es la personalidad. Esto último se define como la agrupación de comportamientos, pensamientos y sentimientos que son estables a lo largo de la vida y que lo caracteriza y lo diferencia del resto.
Cabe especificar que es un patrón funcional bastante coherente consigo mismo, pero es capaz de actuar de forma distinta según la situación en la que se encuentre al ser una forma psíquica interiorizada que no depende demasiado de lo que hay afuera.
Hay muchos tipos de personalidades y a continuación vamos a exponer algunas de ellas.
Personalidad reservada
La personalidad reservada destaca por la introversión y la capacidad de analizar las situaciones de forma detallada que la persona en cuestión o los de su alrededor han generado para encontrar una solución lo menos perjudicial posible.
Personalidad divertida
La personalidad divertida, también conocida como personalidad jovial, hace referencia a la persona que se entretiene fácilmente y siempre está intentando alegrar a los suyos, empleando para ello la espontaneidad. Por este motivo, la cercanía es uno de los puntos fuertes, llegando a hablar con alguien de su vida personal aunque le haya conocido hace un rato.
Personalidad protectora
Este tipo de personalidad, la protectora tiende a olvidarse de si mismo para centrarse en los demás porque le encanta proteger y ayudar para cubrir las necesidades de los demás.
Personalidad moralista
La personalidad moralista se caracteriza por tener muy en cuenta el peso ético de las propias acciones, por lo que el sentimiento moral y el deber de las cosas está muy arraigado.
Además, la organización, la lógica, la ética, la moral y el cumplimiento de las normas forman parte de esta personalidad. Es cierto que hay que cuidarla para no llegar al extremo ya que el individuo en cuestión puede padecer trastornos obsesivos.
Personalidad perfeccionista
La personalidad perfeccionista llama la atención por el orden y la perfección, lo que conlleva a que la persona en cuestión siempre está corrigiendo a los demás y eso puede llegar a irritar al resto. Por lo que, en ocasiones, esta personalidad lleva a la obsesión y eso puede hacer que sea una persona antisociable.
Personalidad reflexiva
La personalidad reflexiva destaca por la introversión, el pensamiento, la intuición y la percepción-
La sed de adquirir muchos conocimientos es una de las principales características, aunque para ello primero tiene que haber una reflexión con la finalidad de ver si hay errores. A la persona reflexiva le apasiona crear teorías que expliquen lo que no entiende la humanidad, además suele ser muy minucioso.
Personalidad consejera
Por último, la personalidad consejera se caracteriza por la empatía, el saber escuchar, la sensibilidad y la voluntad de dar buenos consejos para lograr una sociedad mejor. Eso sí, no solo se centra en los demás, también dedica tiempo a su persona, por lo que no tiende a descuidar sus propias necesidades.