El karma está vinculado a una idea de carácter religioso al ser la voz del sánscrito que significa acción o hecho, por lo que hay una energía cósmica e invencible que manifiesta e interviene en las distintas reencarnaciones de una persona. Esto se encuentra condicionado por las acciones positivas o negativas realizadas en las vidas anteriores, por lo que nadie está libre de ser atravesado y cambiado por la misma.
Tiene origen abstracto e intangible y se encuentra presente de forma muy viva en el mundo oriental, sobre todo en ciertas religiones como el hinduismo, el budismo y el yanaismo, teniendo en cuenta que en cada una de ellas se entiende de distinta forma.
¿Quieres saber cuáles son los tipos de karma? ¡No dudes en seguir leyendo!
Tipo de karma: oscuro
El karma oscuro es uno de los cuatro tipos y, como su propio nombre indica, posee un resultado oscuro. Se encuentra ligado con las acciones negativas, por ejemplo, un accidente inesperado, una enfermedad o lo que se considera “mala suerte”. Por todo esto, normalmente, son situaciones en las que se experimentan sentimientos como el dolor.
Si nos detenemos en el budismo, este manifiesta que el karma se encuentran en el plano inferior de la vida, por lo que se liga con el infierno, un lugar al que van las almas de las personas que mueren en pecado.
Tipo de karma: brillante
El karma brillante es el opuesto al anterior, por lo que surge cuando una persona realiza acciones y gestos o almacena, elabora o traduce los datos que no son perjudiciales y que no están sujetos al sufrimiento. Esto quiere decir que el individuo tiene una vida llena de experiencias totalmente placenteras, alegres y positivas.
Tipo de karma: oscuro y brillante
El karma de tipo oscuro y brillante consiste en que el individuo realiza acciones, palabras y procesos mentales que son dañinos y todo lo contrario al mismo tiempo. Esto quiere decir que experimenta un mundo de experiencias llenas de dolor y angustia y, a su vez, llenas de placer e ilusión. Por lo tanto, el reencuentro con su propio ser sucede en las mismas condiciones al vivir sucesos buenos y malos.
Tipo de karma: ni oscuro ni brillante
El karma que no es oscuro ni brillante tiene como resultado una realidad tenebrosa y centelleante, y está ligado a lo que se conoce como “aprovechar la corriente para ir hacia donde uno desea”.
Es importante no interponerse en los sucesos para bien o para mal, más bien la persona debe permitir que todo fluya tal y como debe ser. Es la total autosuficiencia del daño y de la dicha, lo que conlleva a una buena estabilización y al total sosiego interior.
Esto supone para los budistas la liberación total de la lógica de causa y efecto, por lo que trasciende de los 3 anteriores y supone el final del karma y, por lo tanto, de la separación del alma, del ser y del cuerpo biológico.