El aceite proviene del árabe hispano azzayt que significa “jugo de aceituna”, pues es un líquido de origen mineral, vegetal o animal con una consistencia viscosa e insoluble en el agua, teniendo en cuenta que en química es un triglicérido de glicerol. El cuerpo humano necesita ácidos grasos como combustible para las células, formación de tejido conjuntivo y producción de vitaminas y hormonas, y todo ello se puede conseguir gracias al aceite.
También es muy habitual utilizar el aceite en la gastronomía, ya sea para unir ciertas preparaciones como para ofrecerles una mayor consistencia y sabor a los alimentos, eso sí, debe permanecer en estado líquido a temperatura ambiente.