El término emprendedor tiene origen en el siglo XVIII, en los albores del capitalismo industrial, y fue Richard Cantillon, un prestigioso economista, banquero y especulador, quien lo usó en su ensayo sobre la naturaleza del comercio en general considerado “la cuna de la economía política”. Este concepto se define como un individuo que tiene la capacidad de diseñar, lanzar y poner en funcionamiento un negocio organizando una serie de recursos, siempre teniendo como base la innovación.
El modelo que tiene de actuar un emprendedor es la siguiente:
- Encontrar nuevas oportunidades estudiando y analizando detalladamente el mercado y al público objetivo.
- Agrupar ciertos recursos, ya sean tecnológicos, humanos y/o financieros.
- Poner en marcha el negocio con precisión y responsabilidad, teniendo en mente conceptos como la originalidad y la innovación.