El concepto hotel tiene origen francés hôtel, pero en un inicio se consideraba una morada mientras que a partir del siglo XIX se ha usado para hacer referencia a cualquier sitio o establecimiento en el que se alojan los viajeros para descansar después de una jornada muy intensa. Se trata de un edificio construido y diseñado para dormir, asearse y relajarse, además de ofrecer servicios adicionales como peluquería, guardería, spa, sala de conferencias y gimnasio.
Normalmente se usan las estrellas para clasificar un hotel según las prestaciones, servicios e instalaciones que ofrece a sus huéspedes, aunque hay algunos países que optan por catalogarlo a través de letras e incluso diamantes.