El origen del vino se remonta a la etapa del neolítico, aunque eso no quita que antes otras civilizaciones lo hubiesen probado, y se logró rastrearlo gracias a la aparición de unos fragmentos de vasijas a cincuenta kilómetros de Tiflis, la capital de la actual Georgia. A partir de ese momento, esta bebida mundialmente conocida, se ha ido expandiendo gracias a la globalización y se ha considerado una costumbre en otra culturas como la egipcia y la griega.
Y, ¿cómo se consigue el vino? Surge a raíz de la fruta, que se coloca en la prensa y luego en la estrujadora para extraer el mosto, terminando después con el proceso de fermentación al añadir levadura para que el azúcar del mosto se convierta en alcohol.
A continuación te informamos acerca de los tipos de vinos más conocidos hoy en día.
El vino tinto
El vino tinto, también conocido como vino negro, es uno de los más conocidos, el cual proviene del mosto de las uvas de color cereza intenso fermentado con las pepitas y los hollejos de la uva, que varían en cuanto a intensidad por el tiempo de maceración.
Hoy en día, se produce vino tinto en prácticamente todo el mundo, aunque hay algunas zonas que se conocen más por la extensión de sus viñedos. Una de las comunidades más destacadas en España es La Rioja, mientras que en Francia hablamos de Burdeos, teniendo este último un área de 117.514 hectáreas donde operan 9.000 bodegas conocidas como châteaux.
El vino blanco
El vino blanco es la bebida alcohólica que surge gracias a distintas uvas blancas, concretamente por la fermentación alcohólica de la pulpa sin color. Generalmente se caracteriza por ser seco, es decir, casi no tiene azúcar, o posee un contenido en azúcares residuales inferior a 5 gramos/litro. Uno de los vinos blancos más conocidos a nivel mundial se obtiene de la cepa chardonnay en Borgoña, el cual tiene cuerpo gracias al envejecimiento en barrica de roble y a la fermentación maloláctica.
El vino espumoso
El vino espumoso se caracteriza por tener burbujas de forma natural a causa de una segunda fermentación, en botella cerrada o en depósito cerrado. Cabe especificar que no hay que confundir el vino espumoso con el gasificado, ya que a este último se le añade el gas de forma artificial al contrario que al espumoso, además de tener un tamaño de burbuja mayor y una persistencia en copa menor.
El vino rosado
El vino rosado es, básicamente, un vino tinto con poca maceración y se describe como elegante, versátil, fresco, suave y ligero.
Existen 2 formas de producir vino rosado y las explicamos a continuación:
- Prensado directo: el rosado más clarito se consigue al entrar las uvas tintas en la bodega, despalillarlas, estrujarlas y directamente prensarlas.
- Sangrado tras el despalillado y estrujado: dejar macerar el mosto durante un tiempo concreto y después retirar alrededor de un 10% del mosto. Dependiendo el tiempo, el color puede ser más púrpura o más rosa pálido, y con o menos cuerpo.