Los fertilizantes son sustancias de origen animal, mineral, vegetal o sintético que se usan para dar o favorecer características físicas, químicas y biológicas a algún compuesto vivo como puede ser la tierra o cualquier otra superficie orgánica. Más específicamente, sirve para brindar fertilidad para que surja una mejor producción o crecimiento de las plantas, por eso se usan mucho en el sector agrícola.
Los fertilizantes están compuestos de elementos sintéticos, nutrientes, minerales y otras sustancias para que el suelo no se llegue a secar, no pierda fertilidad y se pueda hacer uso de el otra vez lo antes posible.
A continuación se exponen los diferentes tipos de fertilizantes que hay en el planeta Tierra.
Fertilizantes orgánicos
Los fertilizantes orgánicos u abonos orgánicos son la combinación de materiales que se consiguen mediante la degradación y mineralización de desechos orgánicos, por ejemplo compost, estiércol, humus de lombriz o basura fermentada.
Estos productos son bastante lentos e incrementan la temperatura del suelo, con lo que la formación de las raíces mejora y eso conlleva a una mayor nutrición de las plantas. Esto ha hecho que los abonos orgánicos se usen cada vez más en cosechas por la demanda de alimentos frescos y sanos.
Fertilizantes líquidos
Los fertilizantes líquidos se mezclan con el agua del riego o con pulverizadores y ayudan a mejorar calidad de sus cultivo. Lo más indicado es echar este tipo de producto cada 15 días durante los meses de mayor actividad de las plantas, que son primavera y verano. Además, pueden aplicarse al cultivo antes o después de la siembra y tienen su origen en materiales químicos u orgánicos.
Fertilizantes con fósforo
El fósforo es un macronutriente fundamental para lograr altas producciones y de calidad. Estos fertilizantes tienen como objetivo principal ayudar a que las plantas tengan unas raíces más vigorosas, además de promover la floración y el crecimiento de frutos y vegetales.
En el caso de querer conseguir mucha cosecha, este tipo de fertilizante es el indicado. Además es fundamental que huela a tierra, y en caso de que no sea así, no es un buen compost.
Fertilizantes de lenta liberación
Los fertilizantes de lenta liberación son los que están elaborados para que el nitrógeno, el magnesio, el fósforo o el potasio se vayan liberando lentamente y de forma progresiva a lo largo de al menos 3 meses. Una de las mayores ventajas es que se reduce la mano de obra y el uso de máquinas, ya que la cantidad de fertilizante es menor. Estos se venden como abonos granulados, barritas y pastillas.
Fertilizantes de liberación rápida
Los fertilizantes de liberación rápida hacen que los nutrientes estén disponibles al instante para que las plantas pueden hacer uso de ello.
Estos se agotan pronto ya que los nutrientes se liberan demasiado rápido, entonces es necesario volver a echar fertilizante al poco tiempo. El problema más grave viene cuando las plantas pueden quemarse en vez de volver a crecer.