Tipos de lípidos

Los lípidos, también conocidos como grasas, son unos nutrientes muy heterogéneos que se encuentran en los alimentos y que están formados por hidrógeno, oxígeno y carbono principalmente, y en ocasiones por azufre, nitrógeno y fósforo. Estas biomoléculas junto con los carbohidratos representan la mayor fuente de energía para el organismo, pero en este caso es de uso tardío o diferido, además de ayudar a regular la temperatura del organismo y ser transmisores de los impulsos nerviosos.

Algunas de las características más destacadas de las grasas son las siguientes:

  • Son hidrofóbicos, es decir, repelen a las masas de agua  y atraen a otras moléculas neutras.
  • Tienen largas cadenas de hidrocarburos con forma anafiláctica saturada o insaturada.
  • Son solubles en disolventes orgánicos como la bencina, el benceno y el cloroformo.

¿Quieres conocer los 2 tipos de grasas? ¡Te recomendamos que sigas leyendo las siguientes líneas de este artículo!

Los lípidos son un grupo heterogéneo de compuestos orgánicos

Grasas insaturadas

Las grasas insaturadas se encuentran en una alta cantidad en las semillas, los frutos secos, el pescado azul y el aceite de girasol. Estas se consideran ácidos grasos que tienen uno o más enlaces dobles en su cadena carbonada, y en temperatura ambiente se encuentran en estado líquido.

  • Grasas monoinsaturadas: en su estructura presentan un doble enlace y se encuentran en frutos secos (nueces, pistachos), aguacates y aceites vegetales.
  • Grasas poliinsaturadas: poseen uno o dos enlaces en su estructura y están en el maíz, el salmón, el azafrán y el aceite de soja y girasol.
    • Omega 3: fortalecer las neuronas, mantener el corazón sano y protegido, disminuir los niveles de colesterol, antiinflamatorio y anticoagulante.
    • Omega 6: regular la producción de energía y mantener la salud ósea, de la piel y el cabello.
  • Grasas trans: surgen a través de un proceso conocido como hidrogenación, el cual se basa en echar hidrógeno a algún aceite vegetal con la finalidad de aumentar el sabor y mejorar la textura del alimento. El problema viene cuando una parte de estas grasas se transforman en grasas saturadas y no es conveniente abusar demasiado.

Grasas saturadas

Las grasas saturadas son las que no poseen dobles enlaces, y se encuentran en los alimentos de origen animal, teniendo como ejemplos la carne, el embutido la leche. Esto no quita que no estén presentes en ciertos vegetales como el aceite de palma, que su consumo excesivo se considera dañino para la salud.

Las grasas saturadas poseen ciertas propiedades, siendo la más destacada su solidez a temperatura ambiente.

Este tipo de grasas están compuesto por una cadenas de átomos de carbono, hidrógeno y oxígeno, con la unión de los C por cadenas simples.

Es importante destacar que las grasas saturadas no tienen más beneficios que lo que aportan las grasas en sí, que son nutrientes que brindan energía para el correcto funcionamiento del organismo una vez que han realizado su función las enzimas digestivas. A su vez poseen un papel relevante en el desarrollo porque ayudan a mantener la piel y el pelo en buen estado y a absorber las vitaminas liposolubles.

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