Desde tiempos antiguos, la humanidad sabe que comer ciertos alimentos con variedad de nutrientes son beneficiosos para el organismo y uno de ellos es la vitamina, aunque no se habló de ella hasta el siglo XVIII y XIX, cuando se analizó la salud de los marineros de Europa al tener una dieta muy rutinaria que hacía que enfermasen. Y, ¿qué es la vitamina? Se conoce así a una sustancia orgánica esencial para el desarrollo del metabolismo, el funcionamiento celular y el crecimiento de los seres vivos que se encuentran en multitud de alimentos en pequeñas cantidades.
Sin embargo, la necesidad de vitaminas del organismo es bastante pequeña, ya que tiene la capacidad de almacenarse en el cuerpo e ir consumiéndose poco a poco, siempre con el objetivo de participar en la formación de hormonas, células sanguíneas y sustancias químicas del sistema nervioso.
¿Quieres saber cuáles son los tipos de vitaminas? No te detengas aquí porque vamos a exponer tanto las vitaminas hidrosolubles como las liposolubles.
Vitaminas hidrosolubles
Las vitaminas hidrosolubles se llaman así porque se disuelven con el agua del cuerpo humano, por lo que están en áreas con esta sustancia líquida, como es el caso de la sangre. Se tratan de coenzimas o precursores de coenzimas que son elementales para las labores del metabolismo. Además, es importante saber que no se suelen mantener mucho tiempo en el organismo y se eliminan por la orina o el sudor, así que es necesario ingerirlas todos los días.
- Vitamina C o ácido ascórbico: fruta, pimientos rojos y verdes, papas horneadas y tomates.
- Vitamina B1 o tiamina: salvado de arroz, pan, pasta, carne de cerdo e hígado.
- Vitamina B2 o riboflavina: lácteos, carne, huevos y frutos secos.
- Vitamina B3 o niacina: aguacate, frutos secos, carne, pescado y levadura de cerveza.
- Vitamina B5 o ácido pantoténico: legumbres, carne, pescado o verduras y fruta.
- Vitamina B6 o piridoxina: carne de cerdo, pescado, alubias secas, patatas y fruta.
- Vitamina B8 o biotina: vísceras, huevos, lácteos, carne, pescado o legumbres.
- Vitamina B9 o ácido fólico: acelgas, col, legumbres y grelos.
- Vitamina B12 o cianocobalamina: carne de ave, almejas e hígado de res.
Vitaminas liposolubles
A diferencia de las vitaminas hidrosolubles, las liposolubles sí que pueden ser perjudiciales al causar una patología debido a su déficit o su exceso.
Las vitaminas liposolubles se llaman así porque son capaces de disolverse en los lípidos y las grasas y, una vez que se procesa, los desechos que surgen de la misma se deben excretar con las heces a través de la bilis. En general, se almacenan en el hígado y eso hace que duren más en el cuerpo ya que no se disuelven tan fácilmente.
- Vitamina A o retinol: leche y derivados, aceite de hígado de bacalao, huevo, cereal y fruta de color naranja y amarillo.
- Vitamina D o calciferol: salmón, caballa, margarinas, yema de huevos, hongos e hígado.
- Vitamina E o tocoferol: aceite vegetal, yema del huevo, cacahuate y coco.
- Vitamina K: verduras de hoja verde, como el brócoli, soja, arándano azul, carne y aceite vegetal.