Cuando una persona siente esa energía que le impulsa y le da fuerza para llegar a la meta que se ha propuesto, no se pone a pensar qué ocurre en su cerebro, pero sí que lo han hecho los psicólogos a lo largo de los años. De ahí ha surgido el término motivación, que se define como la agrupación de procesos neurológicos que se encienden ante un estímulo y, gracias a una serie de hormonas y neurotransmisores, el cuerpo también se activa.
Esto permite que cada quien se oriente hacia un determinado objetivo, ya sea crear una serie de rutinas, intentar crear nuevas cosas y mantener el esfuerzo en tareas que se consideran satisfactorias o productivas.
Si quieres saber las motivaciones que existen, no te detengas aquí.
Motivación intrínseca
La motivación intrínseca es la que está vinculada con los deseos y los impulsos internos que tiene una persona, por lo que se suele explorar, aprender y conseguir premios como el placer y la felicidad.
Hay ciertas teorías psicológicas que manifiestan que cuando un individuo está muy motivado a nivel intrínseco tiene más opciones de mantener dicha motivación al nivel más alto.
Motivación extrínseca
La motivación extrínseca, en cambio, es la agrupación de acciones que lleva una persona a cabo para lograr un premio externo. Cabe especificar que este tipo de motivación viene dada por el medio en el que vive dicha persona, lo que le hace impulsar para conseguir premios, dinero o aceptación social, entre otros ejemplos.
Motivación positiva
La motivación positiva es el proceso en el que una persona realiza una conducta determinada gracias a la obtención de una recompensa beneficiosa.
Motivación negativa
La motivación negativa es el proceso en el que una persona realiza una acción para intentar que la consecuencia no sea desagradable.
Motivación centrada en el ego
La motivación centrada en el ego implica cierta energía que da alas a un individuo a realizar alguna acción porque se siente sometido a una presión al compararse con otros y eso le hace querer superarles.
El factor puede ser extrínseco o intrínseco, pero lo más importante y triste de todo es que dicha persona no actúa para su bienestar, más bien porque siente una sensación negativa.
Motivación centrada en la tarea
La motivación centrada en la tarea se basa en las ganas que tiene un individuo en progresar día a día en un campo determinado, ya sea en la vida laboral o escolar, por ejemplo.
En la motivación centrada en la tarea, la energía no impulsa a dicha persona a hacer algo por obligación, más bien mira en su interior y analiza qué es lo que desea.
Motivación primaria y secundaria
Por un lado, la motivación primaria se caracteriza por el hecho de que el premio está enfocado a la satisfacción de una necesidad que tiene un individuo.
Por otro lado, la motivación secundaria se centra en conseguir un mayor bienestar a través del resto, lo que le lleva a ser más complejo porque el premio es mucho más difícil de medir.
Algunos de los ejemplos son los siguientes:
- La sensación de seguridad.
- El respeto.
- La sensación de pertinencia.
- El reconocimiento social.