El argumento se define como una especie de razonamiento que tiene como finalidad demostrar o probar que lo que se dice o afirma es verídico, lo que conlleva a probar o refutar una hipótesis o intentar persuadir a la otra persona sobre la veracidad de lo que se dice. Esto hace que sea obligatorio que el argumento que uno expone sea coherente y sin contradicción alguna para que no perjudique a la credibilidad, que en este caso es de especial relevancia.
Por todo esto se dice que “el argumento debe estar blindado“, es decir, el razonamiento que uno expone sobre una cuestión no puede tener ningún punto débil y tiene que ser capaz de enfrentar a alguna réplica o refutación.