Durante los viajes, ya sean vacacionales o de negocios, el riesgo siempre está presente porque el viajero puede perder el vuelo, la maleta o ponerse enfermo antes de ir y tener que cancelar todo, por lo que lo ideal es tener un seguro de viaje que lo cubra para no perder el importe abonado. Además, si la persona en cuestión viaja fuera del país y se pone enfermo o tiene un accidente, ya sea leve o grave, el coste de las vacaciones se puede agravar al necesitar asistencia sanitaria o ampliar la estancia por imposibilidad de viajar o incluso volver a su país con urgencia.
Por todo esto, lo mejor es tener un seguro de viaje, el cual se define como una protección financiera que permite al viajero realizar viajes protegido y despreocupado siempre y cuando se pague una suma de dinero por concepto de prima de seguro.