El abono, también conocido como fertilizante, es cualquier tipo de sustancia orgánica o inorgánica que se forma, normalmente, por el medio natural, y que contiene nutrientes necesarios para que las plantas puedan ir creciendo. También se utiliza para que se mejore la calidad del sustrato a nivel nutricional y se impulse el desarrollo vegetativo de las plantas.
Antiguamente, el abono se elaboraba gracias a las cenizas, los huesos, los excrementos de las personas y los animales, pero hoy en día, hay empresas que lo generan mediante los nutrientes que las plantas necesitan como el hierro, el zinc o el sodio.